martes, 8 de enero de 2008

"El contrato de un diputado es de cuatro años, al margen de si lo hace bien o mal" Entrevista realizada con Las Provincias


"El contrato de un diputado es de cuatro años, al margen de si lo hace bien o mal"




A sus 59 años es un físico experto en educación. Este profesor de la Universidad de Alicante se ha ocupado en los últimos meses del espacio europeo de educación superior, es decir, el entronque de las carreras universitarias españolas con las europeas. Critica la desconexión entre los estudios y la investigación e innovación empresarial y reconoce que su entrada en la candidatura del PSOE en lugar de Agustín Jiménez, ha sido una sorpresa incluso para él mismo.


-¿Usted que es profesor desde hace tiempo que le parece las criticas que ha recibido el sistema educativo por el bajo nivel del alumnado?

-Esto es un problema que hay que abordarlo desde el principio; desde los primeros años de estudio. También es verdad que los análisis son muy amplios y sólo hacemos caso de los puntos más negativos.


-Pues las críticas han sido duras.

-Está claro que hay que mejorar pero sería bueno alcanzar un gran pacto en la educación. Se está mejorando pero hay que abordarlo desde la educación infantil.


-¿Mejorando?

-Yo discrepo de esto que se habla ahora de las matemáticas o de lengua. Hay que hablar más de la capacidad de los jóvenes para pensar, inculcarles la necesidad de analizar, el pensamiento crítico, expresarse adecuadamente. Si lo reducimos a algo esquemático no conseguiremos que los jóvenes sean capaces de reflexionar y que aprendan a resolver problemas por sí mismos. Debemos ser capaces de formar ciudadanos con sentido crítico y capacidad para la innovación


-¿Innovación?

-Fallamos en innovación, en la transferencia del conocimiento a la industria. Está claro que hay que mejorar, ya no valen los viejos esquemas. Pero además de todo ello hay otro elemento.


-¿Cuál?

-El esfuerzo. Hay que ponerlo en valor. Debe estar presente en la vida diaria de los alumnos. Con esto no quiero decir que se esté delante del libro muchas horas sino que se sepa aprovechar el tiempo. Eso es labor del profesor.


-Ocupa el puesto número 6 en la lista del PSOE para las elecciones del 9 de marzo. ¿Cómo ve el panorama político?

-Hay una percepción desde hace tiempo que la ciudadanía quiere que vuelva a gobernar el presidente Rodríguez Zapatero.


-¿Tan claro lo ve?

-La tendencia está ahí. Estoy convencido de que la gente se va a movilizar. El clima que veo estos días me hace concebir esperanzas.


-¿Qué puede ofrecer usted a los alicantinos que le puedan votar?

-Soy una persona tolerante, que siempre busca el diálogo. Ese es mi perfil. Llevo ocho años de gestión municipal. Ofrezco la experiencia municipal. Me gusta la cercanía. Hay que escuchar a los ciudadanos. Debemos estar cerca de ellos. Hay todavía muchas cosas pendientes.


-¿Cuáles?

-En infraestructuras, por ejemplo, el agua. En economía, nadie puede renunciar a los retos de la globalización. En la industria del turismo no podemos vivir pendientes del clima. Hay que innovar.


-Insiste mucho en la innovación.

-Los países mejor preparados son los que tienen un mayor espíritu y políticas de innovación. Es lo que han hecho y muy bien por ejemplo en los países nórdicos.


-La que acaba ha sido una legislatura muy dura.

-Este periodo que ahora termina no me ha gustado nada. La crispación, el enfrentamiento que ha habido ha sido innecesario. No me gusta la reacción de algunos sectores.


-¿Cómo el acto de la Iglesia el domingo en Madrid?

-No, hablo en general. Me preocupa que un sector de la sociedad trata de imponerse su criterio de forma autoritaria. Otra cosa muy distinta es tratar de convencer.


-Usted sustituye en la lista a Agustín Jiménez al Congreso.

-Es una gran persona y amigo.


-Para muchos fue una sorpresa que se cayera de la lista.

-También para mí fue una sorpresa que ocupe el puesto número 6 de la candidatura por Alicante.


-Los cambios de última hora de la gestora han provocado malestar.

-Desconozco las claves internas del proceso. Pero me parece que el nivel de aceptación en el partido es elevado. Las mayorías en política no suelen equivocarse.


-Pero Jiménez era uno de los diputados que más ha trabajado.

-Ha hecho un trabajo excelente, es cierto; pero hay una realidad: todos no cabemos en la lista. El cargo de diputado es temporal. Es un contrato para cuatro años, al margen de si el trabajo se hace bien -como ha sido este caso- o mal.


-En Valencia, en el discurso de Lerma en el Comité Nacional hubo rumores desaprobatorios.

-Las voces críticas me parecen bien, son positivas. No puede ser que todos pensemos igual.


-¿Dónde está el sitio de un diputado, en el Congreso, en su provincia, en los dos sitios?

-A mí me van a elegir para escuchar a los alicantinos y defenderles en el Congreso de los Diputados.


-En las últimas elecciones ha habido cargos imputados por la justicia y han sido elegidos diputados.

-No hacen un bien a la sociedad. No deberían presentarse. Es mi convicción personal.

sábado, 5 de enero de 2008

ENTREVISTA EN EL PAIS. 9/11/2007

Enlace: http://www.elpais.com/articulo/Comunidad/Valenciana/Debemos/mirar/fuera/elpepuespval/20071109elpval_22/Tes/

Entrevista concedida al diario El País, como representante de España en Grupo del Proceso de Bolonia.

Se muestra "moderadamente optimista" ante la implantación de un espacio común europeo de enseñanza superior. Lleva meses viajando por España y media Europa animando a profesores y alumnos para que se sumen al reto que supone el proceso de Bolonia. Guillermo Bernabéu (Mutxamel, 1948), físico de formación y con una amplia experiencia en la gestión universitaria (ocho años en distintos vicerrectorados) en Alicante, ha sido nombrado representante de España en el Bologna Follow Up Group Pregunta. ¿De qué se encarga el Bolonga Follow Up Group?

Respuesta. Este grupo hace un seguimiento y supervisa los acuerdos de los ministros en las cumbres europeas, la primera fue en Bolonia (1999). Los ministros analizan cómo va el proceso y fijan nuevos objetivos, y nosotros nos encargamos de ponerlos en marcha. Dentro del grupo hay un Board, un pequeño equipo de dirección en el que están los gobiernos de la presidencia de turno de la Unión Europea y estamos también España, Suecia y Hungría.

P. Pero ¿cómo funcionan?

R. Por ejemplo, participamos en un grupo que analiza la empleabilidad de los títulos, otro estudia la movilidad de profesores y alumnos o el proceso de Bolonia en un contexto global. Este proceso ha despertado mucho interés fuera de las fronteras europeas, y en muchas reuniones vienen invitados de Nueva Zelanda, EE UU y países latinoamericanos y caribeños.

P. ¿Qué plantea Bolonia?

R. La idea es alcanzar un espacio europeo de educación superior de calidad y atractivo. Ese objetivo se debe basar en el respeto a la diversidad de lenguas, culturas y de sistemas educativos. No se puede buscar un espacio homogéneo, queremos una Europa diversa pero en la que nos entendamos, con una estructura común, basada en tres ciclos (grado, máster y doctorado), pero con particularidades. Las universidades deben tener autonomía para plantear sus propuestas de nuevos títulos, pero con transparencia y mucha información para que la sociedad entienda esta reforma que focaliza la atención en el aprendizaje del estudiante.

P. Y el alumno que trabaja y estudia ¿tendrá problemas?

R. El decreto aprobado recientemente intenta dar respuesta a esto, se debe prever que habrá estudiantes que tardarán más tiempo.

P. ¿Por qué cada reforma genera nerviosismo?

R. En España desde la semana pasada ya tenemos fijado el marco normativo necesario, las reformas las hacen las personas, no las leyes. Debemos partir de una posición de transparencia, información y comunicación. Eso es esencial para implicar a una masa crítica que empiece a trabajar con ilusión.

P. ¿Y se está haciendo?

R. Se hará ahora, tenemos el marco normativo y debemos implicar a todos. Bolonia es una oportunidad para el cambio de la Universidad y debemos aprovecharla, abrir las puertas y mirar hacia fuera, no podemos mirarnos el ombligo y las tentaciones corporativistas son un obstáculo para cualquier reforma, las instituciones deben aprovechar su capacidad de innovación para hacer nuevas propuestas, todo cambio genera una resistencia, eso es evidente.

P. ¿Qué está en juego?

R. El sistema universitario necesita modernizarse, estamos en un mundo que ha cambiado y los esquemas actuales no sirven para los retos de la sociedad del conocimiento y la globalización.

P. ¿Está el profesorado dispuesto a ello?

R. Mi experiencia es que cuando los profesores entienden qué se propone, se implican, ven una oportunidad de cambio, aunque siempre haya algunos desmotivados. Lo comparo con la LRU, desde 1983 hasta ahora, hubo errores y dificultades, pero situó a la Universidad donde está ahora. Quizá todavía fallamos en la transferencia de la investigación a la sociedad y a las empresas. Se requieren medios y recursos si hay que cambiar la metodología.

P. Pero se ha ido muy lento.

R. Tenemos informes que analizan cómo se está aplicando la reforma en cada país, y donde empezaron antes obtenemos algunas pautas para no repetir errores. España plantea una propuesta coherente, por eso proponemos un grado de cuatro años. Vamos lentos en algunas medidas, pero en otras vamos bien, falta la reforma de los grados en el primer ciclo, que comenzará el próximo curso, de momento no serán muchas pero en 2010 no estarán los títulos actuales.

P. Eso está ahí mismo...

R. No debemos correr, para hacer bien las cosas debemos reflexionar, y tenemos mucho trabajo previo positivo, pero eso se desconoce, y la verdad es que las universidades llevan trabajando mucho tiempo en la reforma, por eso soy moderadamente optimista. Las universidades han afrontado retos importantes, como fue la masificación, que para mí fue positiva porque comportó la universalización de la enseñanza superior.

P. Y ahora se teme por el descenso de matrículas.

R. Se debe analizar cada caso, la disminución del número de estudiantes y la proliferación de universidades obligan a diversificar el sistema, no todos deben hacer lo mismo, sino lanzar una oferta con un perfil atractivo y determinado.

P. Otro problema es la falta de movilidad...

R. Se ha multiplicado por diez la dotación económica y el número de estudiantes Erasmus, pero tenemos el problema del aprendizaje de lenguas extranjeras, tenemos un déficit y es fundamental incentivar el aprendizaje de idiomas.

P. En Europa somos 27 países miembros y pero en este proceso ¿hay muchos más no?

R. En Bolonia somos 46 países, y otros esperan. En mi primera reunión encontré representantes de Arzebayán, Armenia y Turquía implicados en este proceso de espacio común europeo. Por eso cuando aquí se observa con escepticismo destaco la gran expectación y el interés de fuera, ese dato confirma que el cambio es imparable.

jueves, 3 de enero de 2008

El Gobierno de las personas (I)

Se acaba la legislatura y es hora de hacer balance. Nunca he sido partidario de "echar la vista atrás", seguramente por el hecho de que la mejor manera de progresar es, ante todo, mirar hacia delante. Pero ello no me impide, haciendo uso de la razón y de la memoria, sacar un balance de lo que han sido estos cuatro años para el conjunto del país.

En resumen, la etapa es positiva, si exceptuamos el clima de crispación que la oposición ha creado ante cualquier iniciativa del Gobierno, y a pesar de la voluntad de éste de alcanzar puntos de acuerdo comunes.

Se retiró la guarnición española de Irak, cumpliendo con la palabra dada; logrando una política exterior menos personalista, acorde con la sensibilidad de los ciudadanos.

Pero destacaría la labor que el Gobierno ha llevado a cabo en el campo de la Educación. La reforma de la LOU, la entrada en vigor de la LOE y la adaptación al EEES son algunos de los avances que el Gobierno ha conseguido en estos años.